Necesidades de agua de aloe - Riego de una planta de aloe vera de la manera correcta
Las plantas de aloe son plantas suculentas que se consideran plantas tolerantes a la sequía. Sin embargo, necesitan agua, como cualquier otra planta, pero ¿qué necesita el agua de aloe? Las suculentas de aloe son más saludables y tienen la mejor apariencia cuando se mantienen ligeramente húmedas. Si esa es una recomendación confusa, sigue leyendo para obtener consejos sobre cómo regar un áloe.
Signos de riego excesivo o inadecuado de aloe
El riego excesivo de la planta de aloe puede hacer que se pudra, a menudo matando estas suculentas hermosas y útiles. Regar un áloe puede ser complicado porque sufrirán con demasiada agua pero pueden marchitarse y morir con muy poca. En ausencia de un medidor de humedad, distribuir la cantidad adecuada puede ser difícil. Con el fin de mantener esas hojas gloriosas en forma de espada gruesas y saludables mientras se evita el daño a la raíz, se garantiza un enfoque práctico.
Las técnicas de riego perfectas comienzan con un medio con buen drenaje. Una mezcla suculenta comprada funciona muy bien o el suelo de cactus con un poco de tierra normal mezclada también es adecuado. Asegúrese de que los orificios de drenaje en cualquier recipiente estén abiertos y abundantes. También es posible que desee colocar gravilla o piedras pequeñas en el fondo de 2 pulgadas (5 cm) del recipiente, especialmente si la maceta es alta.
Un áloe que está recibiendo demasiada agua puede marchitarse y oscurecerse. Las células ampolladas en las hojas son un signo de edema donde se ha absorbido demasiada agua. El moho en el suelo y cualquier ablandamiento de los tallos también indican demasiada humedad.
Las hojas de plantas demasiado secas se marchitarán y arrugarán. Estas plantas almacenan agua en sus hojas y muy poca humedad causa este síntoma. También puede ocurrir algo de amarillamiento e indicar que es hora de regar.
Necesidades de agua de aloe
El riego con aloe vera debe ser lo suficientemente regular como para evitar la marchitez y estimular el crecimiento, pero no tan frecuente como para ahogar la planta. En la temporada de crecimiento, generalmente primavera y verano hasta principios de otoño, estas suculentas deben mantenerse moderadamente húmedas. Sin embargo, en invierno el horario de riego debe reducirse a la mitad.
Los áloes pueden soportar períodos de sequía si se establecen, pero las plantas jóvenes necesitan riego más frecuente para ayudarlas a establecer sistemas de raíces y pueden dañarse severamente por condiciones demasiado secas. En promedio, es suficiente regar un áloe una vez por semana, pero si las plantas están expuestas a la luz solar y al calor extremos, es necesaria una prueba táctil.
Esta es la forma más fácil de saber si el suelo está demasiado seco. Simplemente inserte su dedo en el suelo hasta el segundo nudillo. Si está seco, riega la planta. Si aún está húmedo, espere unos días. Además, revise los orificios de riego para ver si el suelo es pastoso y retiene demasiada humedad.
Cómo regar un aloe
La irrigación con aloe vera debe ser profunda e infrecuente. Regar un áloe profundamente también permite que las sales acumuladas se filtren del suelo. Las suculentas pueden ser sensibles a los minerales y productos químicos en los suministros de agua municipales. Si su áloe parece pico, use agua filtrada o destilada cuando riegue.
Agregue un fertilizante líquido diluido una vez al mes al agua, pero solo durante la temporada de crecimiento.
Si su planta ha sido regada, sáquela del suelo y colóquela para que se seque. Las raíces deben verificarse para detectar cualquier signo de enfermedad fúngica y recortarse si se descubre alguna. Replante en tierra fresca y seca en unos días y no riegue durante una semana.
Estas son plantas prácticamente infalibles que pueden sobrevivir a la mayoría de los errores en el riego.
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